Se encontró una vieja agenda en la que se podía leer que el museo pedagógico de Paris guardaba una estimulante redacción de un muchacho de 14 años sobre su percepción de la vaca. Nunca pudimos saber si la historia es cierta o no, pero la trascripción del relato es tal y como llego a nuestras manos:
La Vaquita
“El pájaro del que les voy a hablar es el búho. El búho no ve de día y de noche es más ciego que un topo. No se gran cosa del búho, así que continuare con otro animal que voy a elegir, la vaca. La vaca es un mamífero. Tiene seis lados, el de la derecha, el de la izquierda, el de arriba y el de abajo. De la parte de atrás tiene un rabo del que cuelga una brocha. Con esta brocha se espantan las moscas para que no caigan en la leche. La cabeza sirve para que le salgan los cuernos y además por que la boca tiene que estar en alguna parte. Los cuernos son para combatir con ellos. Por la parte de abajo tiene la leche. Esta equipada para que se pueda ordeñar. Cuando se le ordeña la leche viene y ya no para nunca ¿Cómo se las arregla la vaca? Nunca he podido comprenderlo, pero cada vez sale con más abundancia. El marido de la vaca es el buey. El buey no es un mamífero. La vaca no come mucho, pero lo que come lo come dos veces, así que ya tiene bastante. Cuando tiene hambre muge y cuando no dice nada, es que esta llena de hierva por dentro. Sus patas llegan hasta el suelo. La vaca tiene un olfato muy desarrollado, por que se la puede oler desde muy lejos. Por eso el aire de campo es tan puro. ”
No hay comentarios:
Publicar un comentario